El que se rinde tras un desengaño
cuando en la vida todo es oscuro,
debe pensar que si el camino es duro
descansará sobre lo que ha soñado.
Y las heridas dejará sanando;
tomará fuerza y estará seguro
que continuar sólo depende de uno
y persevera aquel que esté luchando.
Pues la batalla aún no habrá perdido;
aún queda tiempo para quien valiente
sabe seguir hacia aquel objetivo;
aunque el espíritu se vea ausente
y muchas veces no se sienta altivo,
se triunfará sólo si se es paciente.
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